jueves, 14 de junio de 2012

Uruguay, primer país en ratificar convenio sobre empleadas domésticas

Uruguay confirmó hoy su liderazgo en la defensa de los derechos de las trabajadoras domésticas al convertirse en el primer país del mundo en completar la ratificación del convenio internacional sobre esta materia, aprobado en 2011.
El ministro de Trabajo y Seguridad Social de Uruguay, Eduardo Brenta, entregó para ello en Ginebra al director general de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), Juan Somavia, el instrumento de ratificación del Convenio sobre Trabajadores Domésticos, en un acto celebrado al margen de la conferencia anual de esta entidad.
 Este convenio (el número 189 en la historia de las normas adoptadas en la OIT) reconoce a los trabajadores domésticos los mismos derechos de los que gozan los empleados de cualquier otra rama de actividad y permitió sacar a la luz una realidad de abusos y desprecios en el trato a estos empleados, indistintamente del lugar del mundo donde estuviesen.
En una entrevista con EFE, tras su reunión con Somavia, Brenta dijo que su país "se enorgullece" de ser el primero en el mundo en completar el proceso de ratificación y consideró que "puede ser un precedente importante" para que otras naciones hagan lo mismo.
 Explicó que Uruguay fue pionero en esta cuestión, pues ya en 2008 su Parlamento aprobó una ley que equiparó los derechos de las empleadas domésticas al del resto de trabajadores.
Se les reconoció el derecho a una jornada de ocho horas, al seguro por enfermedad y desempleo, a vacaciones y a la negociación colectiva, entre otros.
 "Por ello para Uruguay no fue necesario realizar cambios en su legislación, pero sí tener la voluntad política de enviar rápidamente al Parlamento el proyecto de ley que permitiese llegar al acto que hemos cumplido hoy", explicó.
Uruguay, además, es el único país en el mundo que cuenta con una convención colectiva para las trabajadoras domésticas, lo que entre otras cosas ha permitido que los salarios en esta actividad "sean los que más han aumentado en Uruguay en los últimos años", aunque también reconoció que era uno de los sectores "más atrasados" en cuanto a remuneraciones.
 "Esto ha sido un cambio cultural muy importante", aseguró el ministro, quien participó en estos últimos días en la conferencia de la OIT.
Según el ministro, en Uruguay hay unas 120.000 trabajadoras domésticas, lo que representa el 8 por ciento de la fuerza laboral del país y de las cuales la mitad están regularizadas.
 La influencia de la ley aprobada en el país sudamericano para la regularización de ese colectivo ha sido fundamental, pues en los cinco años que está en vigencia el número de las también llamadas "empleadas del hogar" que han entrado al sistema de seguridad social se ha multiplicado por tres.
Buena parte de las que permanecen fuera, explicó Brenta, son trabajadoras domésticas a tiempo parcial o que trabajan para varios empleadores en la semana.
 Por otra parte, el ministro confió en la voluntad política de otros países latinoamericanos para seguir este camino y citó a Brasil y Argentina como dos que "está avanzando en la legislación relativa a las trabajadoras domésticas".
La legislación sobre trabajadores domésticos en Uruguay contempla las inspecciones a domicilio para garantizar el cumplimiento de la ley, así como la posibilidad de obtener una orden judicial en caso de que el empleador rechace sistemáticamente la visita.
Sin embargo, Brenta aseguró que hasta ahora no ha sido necesario utilizar esa opción de fuerza y enfatizó que "no hemos tenido ninguna situación de violencia ni hemos usado esta herramienta legal porque intentamos ir por el lado de la creación de conciencia en la población".
El Convenio sobre Trabajadores Domésticos entrará en vigor cuando un segundo país lo ratifique.
De momento, la norma está en discusión en los parlamentos de varios países.

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