lunes, 30 de marzo de 2009

Día Internacional de la Trabajadora Doméstica



1. Reconocimiento del trabajo doméstico como un trabajo digno.
2. Igualdad de condiciones salariales entre las trabajadoras del servicio doméstico y los/las demás trabajadores.
3. Seguro social a nivel nacional, y derecho a la jubilación/aposentaduría. Seguro por accidente y licencia por enfermedad. Aplicación y ratificación del Convenio 102 de la OIT sobre seguridad social, ratificación e igualdad de condiciones dentro de los marcos jurídicos.
4. Restricción de la jornada laboral a un máximo de cuarenta y cuatro horas semanales, garantizando el descanso por jornada.
5. Derecho a la organización y sindicalización. Instalación de negociaciones tripartitas.
6. Licencia por maternidad equiparada al resto de las trabajadoras.
7. Erradicación del trabajo infantil.
8. Contrato de trabajo escrito.
9. Habitación amueblada e higiénica para las trabajadoras sin retiro.
10. Alimentación saludable
11. Ropa de trabajo, calzado y guantes adecuados.
12. Ajuste de la carga de trabajo para las trabajadoras embarazadas.
13. Asignación familiar por hijo/a.
14. Respeto y garantía de los derechos humanos de las trabajadoras domésticas migrantes.



viernes, 20 de marzo de 2009

Sindicalistas y feministas: ESTABLECIENDO ALIANZAS

Presentaciones

Publicamos aquí las distintas presentaciones de las siguientes participantes: Lilián Celiberti, Alcira Burgos, Noeli Dos Santos, Natalia Mori, Solana Meza, Maridi González, Cristina Otero , Adriana Lado

Lilián Celiberti
Cotidiano Mujer/AFM

Me gustaría comenzar por explicar por qué una articulación feminista regional entiende prioritaria establecer una alianza con las trabajadoras domésticas. Muchas de nosotras tenemos, a nivel personal, una trayectoria sindical o política, pero nuestras organizaciones son específicamente feministas, que trabajan por los derechos de las mujeres. ¿Por qué tomamos este tema? Primero porque nos parece que en torno al trabajo doméstico se anuda y se expresa la división sexual del trabajo. El trabajo doméstico remunerado descansa sobre un universo cultural que asigna y naturaliza las tareas de cuidado a las mujeres.

Los estudios acerca de las tareas de cuidado y uso del tiempo son relativamente recientes pero marcan una tendencia significativa en el área de la investigación y la producción de conocimiento.
Como señala Irma Arriagada, en la medida que los Estados no contemplan el diseño de políticas de cuidado de los dependientes, niños, adultos mayores y discapacitados, estas actividades recaen “sobre la denominada “solidaridad familiar. (Arriagada; 2006: 32) O sea sobre las mujeres.

Se necesita cuidar a los niños, se necesita cuidar a los ancianos, a los enfermos. Esas tareas de cuidado han estado en forma gratuita asignadas a las mujeres como parte de su rol doméstico y naturalizadas. Las sociedades en general, o las políticas públicas, las relaciones entre hombres y mujeres se desentienden de esas tareas. ¿Cuando se plantea el problema? Cuando las mujeres asumen y salen al mercado de trabajo en forma remunerada: los países de la región tienen hoy una tasa de actividad femenina que está rondando el 50.

La creciente presencia de las mujeres en el mercado de trabajo se vincula con la necesidad de obtener ingresos para las familias, pero también tiene que ver con los cambios de las mujeres como sujetos y los nuevos roles que se otorgan a sí mismas y sus búsquedas de autonomía económica.

El trabajo doméstico remunerado ha sido objeto de una regulación jurídica particular, y son de resaltar las iniciativas recientes, en particular en Uruguay, para la regulación y consagración de derechos laborales en esta categoría particularmente femenina. Por su parte, Brasil y Argentina han establecido normas legales promocionales de orden tributario (franquicias) para promover el registro en la seguridad social de estas trabajadoras. (OIT 2007)

Como señalan Pereira y Valiente, la característica predominante de este tipo de trabajo es su sesgo por sexo, “ya que en el sector se ocupa casi exclusivamente a mujeres frente a un poco significativo 0,7% de participación masculina en la estructura del empleo no agrícola en América Latina para el 2002. Estas cifras hablan de tasas de feminidad superiores al 90% en esta categoría socioocupacional en los países de la región. Las ideas predominantes en las sociedades alrededor del trabajo doméstico, su asociación con el trabajo reproductivo y con las funciones que la existencia de las familias y el espacio doméstico requiere, determinan que estas tareas se conviertan en actividades “naturales” de las mujeres, que les son asignadas en razón de su sexo por la construcción genérica de nuestras sociedades. A su vez, el factor de la posición económica que media entre quien contrata y quien presta el servicio en el empleo doméstico es un elemento que a su vez resuelve una discriminación de clase en una discriminación de género”. (Pereira y Valiente 2007: 8)

En todos los países del MERCOSUR el porcentaje de registro en la Seguridad Social de trabajadores/as domésticos es extremadamente bajo constituyendo uno de los problemas mas graves para la protección de derechos laborales.

Una de las metas en el proceso que estamos empezando de incidencia hacia el parlamento del MERCOSUR, es incorporar también a las asociaciones de migrantes paraguayas. bolivianas y peruanas en Argentina. Argentina porque es el país receptor más grande en la región y hay allí varios procesos de organización de trabajadoras migrantes.

Para nostras, como feministas, resulta fundamental incorporar y visibilizar nuevas voces en el movimiento de mujeres. En general el movimiento feminista está conformado por organizaciones de profesionales, de investigadoras que aportan muchísimo y sin las cuales no podemos hacer el trabajo que hacemos y con quienes hacemos alianzas. Cada vez más existen esos niveles de interacción, pero creemos que es importante establecer un nivel de integración no como “asesoras” de los sindicatos sino en un pie de igualdad. Construyendo una alianza política entre nosotras, entre las mujeres de distintas vertientes; porque tenemos objetivos comunes.

Todas compartimos que mientras exista en el mercado de empleo diferencia de derechos entre los trabajadores formales e informales, las mujeres estarán desprotegidas, porque en realidad en el sector informal, las mujeres son más del 50 %. La desprotección es en general para las mujeres trabajadoras un tema fundamental sin el cual no daremos avances significativos en la agenda.

Si bien hemos avanzado en nuestros países en la consideración de los derechos de las mujeres, todavía hay mucho de declarativo. Hemos logrado avances significativos en pactos internacionales y en la formulación de políticas públicas. Pero mientras las mujeres sigamos siendo suplidas en las tareas de cuidado por otras mujeres, no cambiará la distribución de tareas entre hombres y mujeres en la sociedad. El punto de unión es la lucha de igualdad entre hombres y mujeres.


Alcira Burgos Argentina
Córdoba

Nuestra organización tiene 40 años de existencia y eso compromete mucho. Podríamos haber conseguido muchísimo más, pero también conseguimos mucho. Voy a hablar de Córdoba exclusivamente.
Nuestra historia comienza, con el grupo de “Martas”, que empiezan a reunirse en una parroquia el 29 de julio, día de Santa Marta en el Santoral, y que por esa circunstancia es el Día de la Empleada Doméstica. El Sindicato se comenzó a construir con empleadas domésticas, todas “cama adentro”.

Así contaba Sarita, que eran todas con cama adentro, que salían los domingos para reunirse en espacios muy chicos que les prestaban organismos de derechos humanos.
El sindicato se creó en 1963 con un decreto del año 1956 de Aramburu y Rojas. Para quienes conocen la historia de Argentina, ellos fueron quienes voltearon a Perón. Pero la exclusión de trabajadores rurales y empleadas domésticas de las normas generales de los y las trabajadores viene de antes, desde Perón. Hay una anécdota que ilustra esta actitud perfectamente: Eva Perón había presentado un decreto sobre Servicio Doméstico en la Cámara de Diputados que no fue votado. Cuando lo supo ella misma dijo, dirigiéndose a Perón: “Que querés negro, son todos patrones”.

La lucha se fue haciendo poco a poco, supuestamente un gobierno popular es defensor de los trabajadores, y sin embargo fue un gobierno de facto el que sacó un decreto.

Fuimos consiguiendo que se aplicara el art. 326, y vale aclarar que lo más difícil es que realmente se apliquen las disposiciones, teniendo en cuenta el estado de aislamiento de las trabajadoras domésticas que no buscan organizarse hasta entender que la única forma de obtener derechos es acercándose al Sindicato.

Nos regimos por la ley de Asociaciones Sindicales y por lo tanto debimos constituir una comisión directa, una secretaría general y una gremial. Hemos trabajado siempre en conjunto, capacitándonos todas. Tenemos algo muy especial que yo remarco particularmente porque ha hecho que nos capacitemos muchísimo, y es la instancia previa al juicio al Ministerio de Trabajo, porque somos nosotras mismas las que nos capacitamos para defender a las trabajadoras, no es un abogado. Esa instancia da lugar a que nos capacitemos y seamos conocidas y a pasar a ser representativas en esa instancia de conciliación.

La Federación no se da a pesar de muchos esfuerzos que se hicieron cuando todavía Sarita vivía, porque hay intereses creados muy fuertes y los Sindicatos, en Argentina, están politizados partidariamente en su mayoría.

El resultado de todo esto fue que nos margináramos. Eso es muy duro y muy difícil, nuestro Sindicato siempre se ha mantenido al margen - no porque no tuviéramos cada una nuestra ideología partidaria – porque yo estoy trabajando con un Partido y en mi provincia con el legislador que salió electo, así lo digo abiertamente. Fui candidata a diputada nacional y estoy en capilla, como decimos nosotros, hasta que termine el mandato de cuatro años.

¿Qué conseguimos en la lucha como sindicato? Conseguimos un aguinaldo, para las trabajadoras por hora. Y hemos conseguido, a nivel nacional, la ley 25239 que hace que tengamos Obra Social todas, las que trabajamos por hora también, aunque eso es reciente. Eso es todo lo que se ha conseguido, aunque hemos tenido proyectos presentados, proyectos que no han sido tenidos en cuenta para nada.

Atendemos los casos nosotras mismas, creo que esta experiencia es algo que puede servir para las demás. Trabajamos las dos puntas, atendemos a empleadores y empleadas. La atención es lunes, martes y viernes; y los jueves a la tarde para las “cama adentro”. Se atiende al empleador/a por un lado y a la trabajadora, por otro. Eso ha hecho que la propia empleada no se enfrente con su empleadora sino que lo que hacemos es mediar y conciliar para poder no llegar a juicio. Porque es muy difícil ganar un juicio doméstico. Y segundo, como las relaciones son tan personales en el trabajo doméstico, descubrimos que la empleadora no puede entenderse con la trabajadora, pero sí con otra, por eso somos mediadoras. Además tenemos bolsas de trabajo. Eso sería un poco la síntesis de nuestro trabajo.

Viajamos al interior de la Provincia con delegaciones, aunque con los años en que venimos haciendo este trabajo creo que podríamos tener mucho más, pero la problemática es común en todos lados, es muy difícil la parte económica.

Tenemos casa propia por solidaridad, una rifa muy grande que nos ayudó a tener nuestra casa. Y también nos apoyó mucho el “Fondo Global de Mujeres” en todo el trabajo en el interior, poder hacer folletería, etc.

Con la ley 25239 pudimos incluir a las trabajadoras por hora a partir de seis horas semanales, eso fue a nivel nacional. En Córdoba estamos divididas por categorías: las “cama adentro” y las “cama afuera”, que pueden trabajar entre 12, 7 y 4 horas por semana. Nuestra afiliación es alta. Hay en Córdoba 7000 afiliadas y afiliados en 90 mil empleadas domésticas y unos cuantos varones. En el país son un millón pero no tenemos datos de afiliación a nivel nacional. En Córdoba siempre vamos después de Buenos Aires, después de capital.

No logramos que se aprobara un Convenio con la OIT de negociación tripartita, tenemos un Consejo de Servicio Doméstico que arregla con el Ministerio de Trabajo, en una planilla del año 91.

Hay también varones que son caseros, jardineros pero son muy pocos y se les paga igual que a las trabajadoras porque el cama adentro es segunda categoría entre el casero y jardinero. Tiene un sueldo de $ 1034 (argentinos), tanto el casero como la cama adentro. La cama adentro es la que hace toda tarea, lava, plancha, limpia, cocina… La multiuso…

Nosotros en Córdoba conseguimos más que en Buenos Aires por una confusión que tuvo la ministra y así quedó. No estamos mal en el salario en este momento, por cuatro horas son 752 pesos argentinos, un equivalente a U$S 250 aproximadamente.


Noeli Dos Santos
Brasil - Río de Janeiro

La organización de las trabajadoras domésticas tiene 70 años en Brasil. Comenzó en la ciudad de Campinhas, San Pablo.

En Río de Janeiro empezaron a reunirse en pequeños grupos, en asociaciones, iglesias, plazas, y podría fijarse una fecha cuando una compañera, Odette Concepçâo que es nuestra socia número uno, vio frente a una iglesia a una trabajadora doméstica enferma, con una maleta, se acercó a ella y así comenzó el movimiento de las trabajadoras domésticas; luego fue creada la asociación de profesionales domésticas y luego el Sindicato de las Trabajadoras Domésticas.

Se fue extendiendo a otros municipios, Petrópolis, Volta Redonda, Mar de Iguazú que formaron parte del Sindicato de Río de Janeiro y la lucha siguió. En la Constitución Federal de 1988 las empleadas domésticas no tenían todos los derechos laborales. Hoy en día se tienen algunos derechos laborales, se consiguió por ejemplo, la “cartera assinada”, es decir un registro, una afiliación a la seguridad social.

Este sistema considera jornaleras, “diaristas”, a las que trabajan hasta tres días por semana, ocho horas por día; a partir de trabajar tres días por semana ya son mensuales, “mensalistas” que son las que trabajan todos los días de la semana de lunes a sábado, también ocho horas por día; los únicos días libres son los domingos y los feriados; antiguamente trabajaban hasta los domingos, excepto algunas fiestas nacionales o religiosas.

Hay 45 sindicatos a nivel nacional, nosotros queríamos una federación nacional de trabajadoras domésticas para tener más fuerza y más visibilidad. Nuestra presidenta Creuza de Oliveira, muy conocida en todas partes, si no en persona, al menos de nombre, es una líder, consiguió que los sindicatos estuvieran dentro de una Federación a nivel nacional, de la que yo formo parte. Fui suplente suyo en el Consejo Nacional de la Mujer en Brasilia. Este consejo tiene una amplísima representación, reúne asociaciones, como mujeres rurales, etc. En Brasil además existen los Consejos Regionales.

Gracias al presidente Lula, que desde el principio de su mandato le dio mayor visibilidad nacional e internacional al sindicato de trabajadoras domésticas. Siendo él mismo un trabajador tuvo una visión más cercana. Desde 2004, los sindicatos conseguimos un proyecto a nivel de gobierno, de políticas públicas, donde se creó la Secretaría de la Cuestión Racial, la Secretaría de Políticas para Mujeres, etc. que tienen alianzas, apoyos con la OIT. Este proyecto hizo visible la situación de las trabajadoras domésticas, el analfabetismo, la falta de capacitación en el trabajo.

Se creó un proyecto para alfabetizar y capacitar a las Trabajadoras Domésticas en siete estados y dentro de ese proyecto se consiguieron varios derechos laborales, por ejemplo con respecto a la maternidad: tenían solamente 120 días de licencia pero ninguna estabilidad en el trabajo, después del parto, se consiguió que además de los 120 días tuvieran un mes más de estabilidad, también un salario vacacional y todo eso se cumple. Lo que no se cumple en Brasil es lo referente a la Seguridad Social: el patrón no cumple con los aportes o cumple con la mitad. Otra cosa que se consiguió con este proyecto fue la obligación del descanso semanal al que se agregó el descanso en las fechas religiosas, San Jorge, etc.

Lo que no se consiguió es el fondo de garantía, que es como un seguro de desempleo de tres meses (para los demás trabajadores son cinco meses). Otra cosa que precisamos es lo referente a los accidentes de trabajo, porque si no se tiene el aporte en regla, no le corresponde el seguro de salud. Por eso es que nuestra lucha es que todas las Trabajadoras Domésticas tengan la afiliación en regla. Para obtener ese beneficio tienen que dirigirse directamente a la justicia de trabajo, donde después de muchas vueltas, casi siempre ganan; ese trámite se hace con los abogados del sindicato, y es un trabajo voluntario. La patronal tiene su sindicato. La negociación en Brasil es bipartita, el gobierno no interviene, porque Brasil no aprobó, ni ratificó el Convenio de OIT de Negociación Tripartita.


Natalia Mori
Cfemea - Brasilia

Existe otro problema y es el de la fiscalización. Hicimos un trabajo con el Ministerio de Trabajo para obtener una fiscalización más eficaz, pero siempre hay disculpas de todo tipo para no aplicarlas. Hace menos de un mes se aprobó un decreto prohibiendo el trabajo doméstico a menores de 18 años. En Brasil, en general, se puede trabajar desde los 16 años. Pero hay que preguntarse ¿qué van a hacer con toda esa juventud que necesita trabajar? debería haber políticas públicas de juventud que les dieran prioridad. El salario mínimo también es obligatorio, pero no se respeta. Para jubilarse las Empleadas Domésticas tienen que tener 60 años y pueden hacerlo por tiempo de edad o por contribución.

Estamos preparando un Foro Paralelo al oficial sobre Seguridad Social con empleadas y empleados domésticos y rurales, junto a la FENATRAP, porque solo un 18% tiene sus aportes al día.

Un derecho que Brasil no tiene y que para mí es un hecho muy grave, es la no definición del horario de la jornada de trabajo. Todo el resto de los trabajadores de Brasil tiene 44 horas semanales de trabajo, pero esos derechos no existen para las trabajadoras domésticas, ni las horas extra, ni una jornada de ocho horas. Otros derechos laborales de las trabajadoras domésticas se concretaron en el 2006, pero vinieron a través de la incidencia de los legisladores, no como proyecto del poder Ejecutivo.

Las feministas trabajamos con las trabajadoras domésticas en esta incidencia al Legislativo, obtuvimos leyes para la estabilidad de las embarazadas; para el descanso en los días feriados; para que los patrones pudieran descontar la parte que pagan de los impuestos.

Aunque todavía las negociaciones no son tripartitas, ya se empiezan a hacer ensayos de negociación entre trabajadoras y gobierno. Nuestra opinión es no negociar con lo que hay. Porque para esta categoría los derechos siempre son la mitad, por ejemplo, todos tienen derecho al seguro de desempleo, pero para las trabajadoras domésticas solo lo tienen si el patrón quiere.

Creemos que vale la negociación, pero primero vamos a construir una propuesta para terminar con las discriminaciones laborales, y medir el poder de negociación que van a tener las trabajadoras.

En estos momentos me parece que hay algunos aspectos prioritarios: uno de ellos es un proyecto sobre la primera política pública específica para las trabajadoras domésticas que empezó con este gobierno. Una política que trabaja desde la colonización hasta el acceso a la vivienda. Los convenios tienen prioridad, calificación y cambios legales, pero en el presupuesto de este año hasta octubre, ni un centavo fue gastado para estas políticas. Entonces…habrá que hacer un monitoreo.

Hay políticas públicas importantes que consideran a las trabajadoras, pero o no hay presupuesto, o si hay, disminuye, o no se gasta. En términos legales hay toda una construcción vía la Secretaría Especial de Políticas para las Mujeres. Con OIT, hay una propuesta constitucional porque queremos influir en un marco legal más amplio, no solo en el federal.

Les decimos a las trabajadoras, que cuantas más sean socias mejor funcionará el sindicato. Pero ellas solo buscan el sindicato cuando lo están necesitando. Tenemos 2.000 socias y es una minoría la que tiene el pago al día a pesar de que el valor es apenas de 6 reales por mes, que es poquísimo, porque el salario mínimo es de 415 reales que serían 200 dólares aproximadamente.


Solana Meza
Paraguay

Antes que nada quiero aclararles a las compañeras que nosotros en estos momentos estamos formando una Asociación nueva porque el sindicato que teníamos desde 1989 hacía dos años que no se reunía ni tenía actividades.
Fue en conmemoración al Día Internacional del Servicio Doméstico, el 30 de Marzo, que el Centro de Documentación y Estudio CDE una organización no gubernamental hizo un llamado a las empleadas domésticas. Nos presentamos 100 compañeras, se habló sobre los derechos, o sea derechos humanos, derechos de la mujer, de lo desprotegidas que estábamos, lo discriminado que es el trabajo doméstico y de la necesidad de organizarnos.

Era algo que hasta ese momento no existía, estábamos muy desprotegidas; porque hasta en el mismo Código Laboral el trabajo doméstico estaba discriminado. Entonces se formó la Asociación en la que yo estoy y gracias a Cotidiano, tengo la posibilidad de venir a enriquecerme con todo esto que estoy escuchando.

Les agradezco mucho la invitación, y realmente tenemos muchísimos proyectos porque si en todos los países nos discriminan, el campeón es Paraguay, Las veces que he escuchado ¿ustedes, tienen seguro? Nosotras no, nosotras ¡no!. El seguro médico es solamente para las compañeras de la capital, porque está Asunción y Gran Asunción y después los otros departamentos, las Provincias. El salario mínimo que rige para el trabajador general, en el caso del servicio doméstico se reduce al 40%.

Formamos una mesa coordinadora en la que tenemos asociadas de distintos lugares, todas con muchas ganas. También nosotros estamos trabajando con la parte empleadora, y con las empleadas mismas. Tuvimos muchísima publicidad en los medios de comunicación, la gente llama y pregunta, porque el nivel de vida es muy bajo y es un grupo muy discriminado, y es toda una cadena de discriminación, porque se discrimina a los hijos y a toda una familia.


Maridi González
CDE

El 40% establecido en el Código Laboral como el mínimo para las trabajadoras domésticas en la práctica funciona como un techo, como un máximo y muchas veces se gana mucho menos que ese mínimo establecido porque no hay fiscalización. Y no hay límite de horario.

Es un sector muy discriminado y más aún, teniendo en cuenta que la mayoría de las trabajadoras domésticas en el interior son guaraní parlantes, hablan sólo guaraní y tienen menor instrucción, es decir que todo colabora para que, cuando entran a trabajar a una casa, desaparezcan o sean invisibles totalmente.

Sacamos un material, un librito que se llama “Necesarias, invisibles y discriminadas”, porque así es el trabajo doméstico en este momento, y hay que enfatizar también que es una de las principales actividades a la que se dedican las mujeres en Paraguay. La mayoría de las mujeres que trabajan se dedican al servicio doméstico, y si bien la constitución nacional establece la igualdad, en las remuneraciones entre el hombre y la mujer, y tenemos convenios aprobados, a pesar de todo eso, en el Código Laboral hay un capítulo que habla de las trabajadoras domésticas y de los trabajadores rurales y allí, no se establecen ocho horas laborales, solo se establecen horas de descanso. O sea que puede trabajar todo el día seguido, pero tiene que descansar 10 o 12 horas. Trabaja todo el día y tiene derecho a ese descanso, porque su función es trabajar.

Tampoco tienen derecho a la jubilación, el tema del seguro social es solamente para las trabajadoras de Asunción. Eso está establecido en el reglamento del Instituto de Previsión Social que es el que aglutina el tema de la seguridad social de todos los empleados. No hay contrato laboral, no hay posibilidad de fiscalización. Aguinaldo sí, pero no es obligatorio, es a la suerte; si toca una patrona de calidad hay aguinaldo. En lo referente a las vacaciones sí se rige como para los demás trabajadores en general, pero es muy difícil de obtener cuando no existe un sindicato a donde se pueda acudir.

Porque las leyes, si bien están publicadas, hay muy poca gente que las conoce y como ya de por sí son desfavorables, ni siquiera a eso podemos recurrir. Culturalmente está como aceptado que se tiene que trabajar así.

Está también el tema del “criadazgo”, niñas que vienen generalmente del interior o de lugares más remotos al pueblo y ahí se les cría, supuestamente se les da alimentación, casa, comida, escuela, pero en unas condiciones casi de esclavitud. También a veces son hijas de las empleadas domésticas que se crían ahí y después siguen en la familia.

Hay una particularidad con respecto a las adolescentes que tienen reconocidos mayores derechos -porque se establece que se puede trabajar desde los 14 hasta los 17 siendo menor, con mayores derechos, con un salario del 60%, no del 40% y se les tiene que dar espacio, un horario para poder estudiar, (dice específicamente, en horas de la noche), se les tiene que dar también alimentación. Todo eso se pierde al llegar a los 18 años, lo poco que se tenía, aunque tampoco se respeta en la práctica. Y desde los 18 pasan al régimen laboral de las adultas.

Solana: Con tantas menores trabajando aparece el tema del acoso sexual, que es un problema súper grave porque es muy difícil entrar a las casas a conocer la realidad. Por eso hay Hogares, que más bien lo que hacen es intermediar en esas cosas y tratan de hablar con los patrones. En su mayoría están dirigidos por monjas, por religiones, entonces siempre hay conciliación y queda ahí.


Maridí: Esa es la situación que se está viviendo ahora en el Paraguay, más o menos desde el año 2003 cuando se comenzaron a hacer estudios gracias al apoyo de la OIT y de AFM y Cotidiano Mujer, cuando se pudo hacer este libro (PONER ACA EL TITULO COMPLETO Y LOS DEMAS DATOS) que sirvió muchísimo para poder visibilizar la discriminación y llegar a la agenda pública. Por lo menos ahora sí la prensa les hace entrevistas, se comienza a comentar y hay como un debate sobre el trabajo doméstico y se saca a la luz que es una actividad, un trabajo realmente discriminado. Y se está visibilizando que esa discriminación está además aceptada por ley. Eso es muy terrible.

En el CDE estamos trabajando - además de con la Asociación de Trabajadoras Domésticas de la que formamos parte- con un grupo impulsor para la igualdad de las trabajadoras domésticas, cuya realidad tratamos de modificar a través de la ley, queremos modificar la legislación y equipararla a la de los otros países, porque vimos que era un tema que nadie estaba tratando y era muy importante.

El equipo es intersectorial, está la gente de OIT, y personas comprometidas, que si bien trabajan en Organizaciones o Instituciones del Estado no vienen en nombre de esas Instituciones. Hay una persona de la OIT, otra de la Comisión de Equidad y Género de la Cámara de Senadores, otra de la Secretaría de la Mujer y estoy yo que soy del Centro de Documentación y Estudios y gente de la Asociación de Trabajadoras Domésticas de Paraguay.

¿Por qué se eligió que sean personas comprometidas? Porque pasó que con el cambio de gobierno hubo muchos cambios y muchas personas que estaban en lugares estratégicos, trabajando desde hace años, fueron despedidas, perdiendo así la acumulación de experiencias.

En las propuestas para modificar la legislación nos fue de mucha ayuda Creuza de Olivera, porque nosotros no podíamos visualizar bien la discriminación. Desde el 2003 hay publicaciones, hubo un montón de cosas como para saber qué se podría hacer y para ver cómo contactar con las trabajadoras que estaban cada una en un espacio laboral distinto, en casas individuales, y fuimos viendo las estrategias. Creuza nos aconsejó cómo y a partir de ahí empezamos a invitar por diarios, por radios comunitarias, por otras radios que sabemos que escucha la gente que trabaja en el Servicio Doméstico, y así fuimos invitando a un seminario grande y fue cuando se decidió capacitar al sector.

Esas cosas - por más que nosotros estemos realmente mal en materia de legislación - son avances muy importantes así como que hayamos conocido a mujeres con capacidades, fuerza y liderazgo como para poder llevar adelante el trabajo, nos multiplicó. Fue una victoria tremenda de no tener nada, a esto de ahora, algo así como muy fuerte. Creuza se fue toda emocionada, había poca gente primero y después comenzó a activarse. Y ahí comenzamos a ver las estrategias de invitación a las trabajadoras. Con un teléfono para que llamaran y dijeran si querían participar en el curso. Gracias a eso ahora hay como 20 trabajadoras que están participando en las actividades. Por otro lado el Sindicato anterior está muy débil, prácticamente ya no existe, se llamaba Sindicato de Trabajadoras Domésticas pero quedó acéfalo. Nosotros desde el centro de Documentación y Estudios tratamos al principio de trabajar con la gente del Sindicato pero fue ya como muy tarde; entonces vimos otras estrategias y salió esto. Ahora queremos aprender de verdad.

Solana: La Asociación era una propuesta que andaba en el aire, comenzó hace poco, la cuestión no era querer hacer algo totalmente distinto, sino comenzar con una organización que pudiera tomar sus propias decisiones. Los Sindicatos están muy politizados en Paraguay y ese Sindicato pertenece a una central de trabajadores desde donde vienen muchos problemas. No sabíamos - eso está en estudio - si es que la Asociación se anima ya a meterse en una cuestión más fuerte de confrontación con una Central que no le da participación, que jamás acompañó a una trabajadora doméstica cuando fue a exigir sus derechos, posiblemente todavía nos falte un poco de tiempo. También hay mucho machismo y el Sindicato está dirigido por varones. El tema está en estudio, si es que realmente las compañeras quieren, porque queremos hacer todo muy claro, ver los estatutos, ver realmente desde cuándo existe, cuál es la participación que tiene en la Central, etc. Hay dos centrales, una que es la Central de Trabajadores y otra, la Central General de Trabajadores del Estado.

Podríamos empezar por ver todo, limpiando las afiliaciones, o sea reestructurando completamente el sindicato. Eso está pendiente, por ahora se impulsó esta Organización que puede moverse libremente y realmente aglutinar a las trabajadoras. El Sindicato tenía también fama de no ser convergente, pero son temas que estamos conversando. Estamos en el inicio.


Maridí: Desde hace un tiempo estamos trabajando en un proyecto de ley contra toda forma de discriminación, por trabajo, por origen, por raza, por opción sexual, por todo de verdad, pero es un proyecto todavía. Para que vean que en Paraguay es muy difícil modificar leyes. Se comenzó a elaborar en el 2005; fue un proceso participativo de primero tratar de ver cuáles son las discriminaciones en todo el país, crear un ante proyecto, ir aportando a ese ante proyecto de ley; posteriormente eso se convirtió en un proyecto, se presentó a la Cámara de Senadores, donde está en este momento. Fue enviado a cuatro comisiones, la Comisión de Equidad y Género, la Comisión de Asuntos Constitucionales, la Comisión de Legislación y la Comisión de Derechos Humanos. Esas comisiones de la Cámara de Senadores tienen que dictaminar a favor o en contra del proyecto de ley. En general es un proyecto de ley contra toda forma de discriminación, o sea todos estamos dentro y además la Constitución Nacional dice “no se permiten discriminaciones…”, o sea que no se está creando nada nuevo, sino que se está reglamentando un artículo constitucional.

Sin embargo es tan difícil dentro de la Cámara de Senadores discutir este proyecto porque lo confunden con matrimonio homosexual o con una despenalización del aborto; ahora estamos en la etapa del “lobby” y uno tiene que ir a decirles que por favor busquen el artículo de la Constitución donde está instaurada la no discriminación. Es una cuestión muy difícil. Queremos incorporar el tema de las trabajadoras domésticas. Porque si sale el Proyecto se puede reclamar mucho más directamente, porque en esta situación que estamos ahora una persona del trabajo doméstico puede ir y reclamar, puede decir es inconstitucional que no me acepten en el seguro social siendo yo de uno de los municipios que está al lado de Asunción. Pero si va y llega eso a la instancia máxima del Poder Judicial le dicen que es inconstitucional solamente para ese caso, por lo tanto no crea antecedentes y además es un trámite carísimo.


Cristina Otero

Uruguay

Vamos a hacer una pequeña reseña de lo que fue la reconstrucción de este Sindicato. La historia de este Sindicato tuvo muchas idas y venidas, debidas, en parte, a la misma realidad que tenemos, y a que lamentablemente todavía no somos iguales a los demás sindicatos que pelean en el conjunto de los trabajadores.

Uno de los grandes problemas que enfrentamos es que trabajamos aisladas dentro de una casa y tenemos que hacer valer nuestros derechos, solas. Sabemos muy bien que somos un gremio mayoritariamente de mujeres, (con excepción de algunos trabajadores varones) con una mayoría de mujeres solas, con hijos a cargo y con nietos también muchas veces.

Fue a partir del 2005, cuando el cambio de gobierno, cuando se trató de reorganizar nuevamente este Sindicato a impulsos del PIT/CNT. Se hizo una primera reunión en la Iglesia de Punta Carretas y luego se realizó una Asamblea en el PIT CNT. Allí quedó conformada una mínima estructura y una forma de funcionamiento para poder ir adelante en determinados temas sobre el trabajo doméstico.

Comenzamos a funcionar con comisiones, no tenemos presidenta porque entendemos que no tiene que haber presidenta en este Sindicato. Preferimos trabajar en comisiones con cargos de responsabilidad, tenemos la Comisión de Organización, la Comisión de Finanzas - que es la más dura para trabajar (y que ninguna queremos que nos toque) - y la Comisión de Propaganda.

Queremos compañeras que se formen, y estamos dispuestas a facilitarles una capacitación. Algunas compañeras que estuvimos trabajando en otras áreas podemos enseñarles desde nuestro humilde lugar de trabajo otra forma de trabajar. Queremos que las compañeras se formen en otras áreas también y lo que planteamos es que haya cursos comunales. Creemos que la Intendencia nos puede apoyar a armar determinados cursos junto con el Sindicato.

Apostamos a que las trabajadoras, estén en el lugar que estén, se capaciten, porque una trabajadora capacitada ya no es una trabajadora aislada. Y es eso a lo que apuestan todos los gobiernos. A que los trabajadores no piensen, no razonen, no se formen y así no puedan defender sus derechos.

Sesionamos en el local del SUNCA (Sindicato Único Nacional de la Construcción y Afines), un lugar que nos cedieron los compañeros para poder reunirnos. Pero apostamos a tener un local propio, aunque económicamente no podamos todavía; tampoco tenemos ninguna ayuda del exterior.

La idea de poder tener un local sindical no es un capricho, sino una necesidad, tenemos compañeras que trabajan con cama, a veces tienen que operarse o son del interior, tienen que volver a la casa donde trabajan, a veces compañeras operadas a quienes las hacen trabajar igual y nosotros queremos un espacio para estas compañeras, para que tengan un lugar propio donde quedarse.

Entendemos que es muy importante tener un local propio, más allá de la ley (Ley 18.065/2008) por la cual hemos peleado, luego tratamos de corregir, exigiendo la participación del SUTD en las discusiones, porque sabemos muy bien que nosotras somos las que realmente manejamos los temas.

En una primera instancia se logró la participación, pero luego al ver que el Sindicato hacía demasiados aportes para el mejoramiento de las trabajadoras domésticas, decidieron retirar el Sindicato y lamentablemente quedamos fuera en algunos temas que a nosotros nos parecían muy importantes.

Cuando la Ley tenía media sanción, como Sindicato, tuvimos que salir a corregir algunas cosas que ya estaban dentro de la ley pero que entendíamos no eran abarcadoras de todas las trabajadoras, como por ejemplo el caso del Seguro de Paro. El Seguro de Paro o Seguro de Desempleo era al principio solo para aquellas trabajadoras que trabajaban todos los días de la semana, por supuesto aportando a la Seguridad Social.

Pedimos una entrevista con el equipo de trabajadores del BPS, (Banco de Previsión Social), como Sindicato hicimos el planteo, y fuimos escuchadas para que se corrigiera la cláusula sobre la seguridad social y fuera abarcativa para aquellas compañeras que trabajan uno o dos días por semana, pero que también aportan a la Seguridad Social y que así pueden acceder al Seguro de Paro.

A partir de la ley, fueron apareciendo otros problemas y nosotros tratando de corregirlos. Por ejemplo, nos preguntábamos por qué a nosotras no nos daban aumento de sueldo y a todos los demás trabajadores sí, aunque todavía no estuvieran instaladas las negociaciones colectivas. El gobierno nos puso un decreto sin consultarnos, un decreto discriminatorio, un decreto que fue utilizado en la época de la dictadura, y con el cuál discrepamos totalmente. Nosotras siempre recriminamos, que - ya que teníamos un Gobierno progresista - por qué no se cambiaba ese decreto y se dejaban de utilizar los decretos de la dictadura.

Otra de las diferencias que tuvimos con la ley fue la discriminación que había entre el Interior y Montevideo, había un salario alto para Montevideo y un salario más bajo para el Interior. Empezamos a golpear puertas, nos aburrimos de golpear puertas pero no nos cansamos. Pedimos que no se discriminara a las compañeras del Interior con las de Montevideo, porque entendíamos que las compañeras del Interior tenían el mismo derecho que las compañeras de Montevideo a ganar el mismo salario. Después de estas idas y venidas logramos como sindicato que el salario fuera un salario único para todo el país.

Seguimos tratando de mejorar ese decreto y lo que pedimos fue que fuera por franjas, ¿por qué? Porque había una franja de trabajadoras más de lo que marcaba el decreto que no accedía al aumento salarial. Entonces conseguimos por única vez que ese decreto fuera por franjas. En todas estas instancias en que íbamos tratando de mejorar el Decreto pedíamos la reinstalación de las negociaciones colectivas para las trabajadoras domésticas, hasta que lo conseguimos.

No estábamos de acuerdo con el salario porque no lo discutían con nosotros, no era el salario que nosotros queríamos, más allá de que nosotras en conjunto -con compañeros del PIT CNT - tratábamos de elaborar una propuesta, y cuando la llevábamos ya había pasado al Ministerio de Economía y ponían lo que ellos querían. No decidíamos nosotras.

La instalación de los Consejos de Salarios para las trabajadoras domésticas fue otra lucha que podemos considerar un hecho histórico. Cuando ya estaba todo arreglado para que existieran - hasta había una patronal - la Cámara de Comercio que - aunque les parezca mentira tiene mucho que ver con el trabajo doméstico- hizo hincapié en que quienes se iban a presentar como patrones no eran representativos de la Cámara. Nosotros estábamos con una expectativa grandísima, porque queríamos mejorar con los Consejos de Salarios, hasta estábamos discutiendo ya una plataforma con lo que queríamos; y lo que nosotros queríamos hacer allí era tratar de mejorar la situación de las compañeras dentro de los domicilios.

A todo esto la Cámara que se iba a presentar, como tuvo tanta discrepancia con la Cámara de Comercio se retiró. Nosotros seguimos peleando, seguimos luchando para la instalación de los Consejos, hubo un compromiso, tuvimos reuniones tanto con el Director de Trabajo, como con el Ministro Bonomi (Ministro de Trabajo y Seguridad Social). El Ministro se comprometió a que en todas las reuniones que él tuviera con mujeres iba a hacer hincapié en que alguna se presentara como parte patronal para nuestro Sindicato. Y así fue y hoy tenemos que reconocer que fue a instancias de Bonomi que la Liga de Amas de Casa se presentara como contraparte de la instalación de los Consejos de Salario.

El 19 de Agosto, 2008, fue la primera instalación de los Consejos Tripartitos de Salarios de las Trabajadoras Domésticas. Histórico en la historia del movimiento sindical.


Adriana Lado
Comisión de Equidad y Género del PIT/CNT
Uruguay

Cuando hablamos de legislación, una de las cosas que siempre recalcamos desde el movimiento sindical es la necesidad de poner un marco jurídico en el que estemos amparados en nuestros derechos laborales. Eso no da garantía del cumplimiento de las leyes. Cuanto más si hablamos de países donde no existen esos marcos regulatorios.

Tenemos arriba de la mesa una cantidad de convenios de OIT a nivel internacional; y nuestro gobierno los ha ratificado. Pero eso no quiere decir que se cumplan a ciencia cierta, que se cumplan cabalmente; se hace solo de palabra y no en la cotidianeidad. Lo que quería remarcar es algo en que siempre insistimos desde nuestros lugares de trabajo: la importancia de la sindicalización por la defensa de nuestros derechos.

Los derechos también pasan por la información, por conocer los derechos que tenemos dentro del ámbito laboral. Porque por lo general siempre nos hablan de los deberes o firmamos contratos laborales que muchas veces hablan de los deberes nuestros como trabajadores cuando vendemos nuestra fuerza de trabajo, pero a menudo queda por el camino todo aquello que son derechos. De ahí la importancia del conocimiento, la importancia de la difusión, de la propaganda desde los sindicatos, desde el contexto general de los movimientos sindicales hacia las bases, hacia los trabajadores para que se conozca en qué estamos amparados.

Por ejemplo, tenemos a nivel nacional la ley de licencia de un día al año para realizarnos los estudios génito- mamarios, pero hay empresas que a pesar de ser ley, no lo autorizan. En el ámbito público estamos más resguardados tanto hombres como mujeres. Pero en el ámbito privado por más que las leyes estén, si las empresas no lo quieren reconocer, no lo reconocen.

Cuando hablamos de sindicalización y hablamos del derecho de los delegados sindicales que están en los Consejos de Salarios en las mesas de negociación colectiva, terminamos, sin embargo, muchas veces en conflicto o en ocupaciones de fábricas, porque los delegados que tienen que ver con los temas de salud ocupacional son echados por una cosa o por otra. Siempre van a buscar otra excusa pero son sacados del medio, por eso, y es la demostración de la importancia de la sindicalización de todo trabajador y trabajadora.

Hay otra cosa que me gustaría mencionar - y eso no se le escapa nadie en ningún país - es lo que tiene que ver con la independencia de clase frente a los sectores políticos, aunque eso no quite que cada uno de nosotros tengamos nuestro color. El tema es cómo nosotros como trabajadores logramos tener esa independencia de clase más allá del color político de nuestros gobiernos, porque sabemos que tenemos un movimiento sindical que ha puesto los puntos sobre las íes más de una vez cuando se necesitó frente al gobierno. Pero siempre hay que estar insistiendo dentro de los distintos ámbitos para que esa independencia de clase que nosotros necesitamos esté siempre arriba de la mesa. No por ser trabajadores no pecamos de desviaciones.

Desde la Comisión de Mujeres de la Coordinadora de Centrales sindicales del Cono Sur hemos levantado la propuesta de creación de una Comisión Tripartita de Igualdad de Trato y Oportunidades del MERCOSUR. Hacemos hincapié en la necesidad de dar el marco jurídico para la defensa de nuestros derechos y el desarrollo de políticas de estado. La ratificación del Convenio 102 de OIT para la región, sería un caso, que tiene que ver con la protección e inclusión de la seguridad social, que no está para toda la región, en definitiva concreciones legislativas, y aplicación de las leyes ya vigentes.

Uno de los 10 puntos de la Plataforma de la Coordinadora de mujeres es específicamente medidas que equiparen la situación de las Empleadas o Trabajadoras Domésticas o del Hogar – como se llaman en toda la región - .

Y el otro gran tema – y cuando hablamos de trabajo hablamos de millones de personas y de millones de hombres y mujeres, y decimos que tenemos que estar alertas de que realmente se cumplan las leyes que ya tenemos, entonces imaginemos lo que puede ser cuando esas leyes ni siquiera existen. Cómo las mujeres migrantes que son mayoría y en su mayoría se dedican al trabajo doméstico. Estamos hablando de un vasto sector de mujeres sin ningún tipo de protección, totalmente vulnerables frente al resto de la sociedad.

Principales Reivindicaciones para la agenda en comun sobre el empleo doméstico en el MERCOSUR

1. Reconocimiento del trabajo doméstico como un trabajo digno.
2. Igualdad de condiciones salariales entre las trabajadoras del servicio doméstico y los/las demás trabajadores.

3. Seguro social a nivel nacional, y derecho a la jubilación/aposentaduría. Seguro por accidente y licencia por enfermedad. Aplicación y ratificación del Convenio 102 de la OIT sobre seguridad social, ratificación e igualdad de condiciones dentro de los marcos jurídicos.
4. Restricción de la jornada laboral a un máximo de cuarenta y cuatro horas semanales, garantizando el descanso por jornada.
5. Derecho a la organización y sindicalización. Instalación de negociaciones tripartitas.
6. Licencia por maternidad equiparada al resto de las trabajadoras.
7. Penalización del trabajo infantil.
8. Contrato de trabajo escrito.
9. Habitación amueblada e higiénica para las trabajadoras sin retiro.
10. Alimentación saludable
11. Ropa de trabajo, calzados y guantes adecuados.
12. Adecuación de la carga de trabajo para las trabajadoras embarazadas.
13. Asignación familiar por hijo/a.

Entrevistas a las Participantes del Seminario

Alicia Burgos - Argentina

Silvia Tiscornia - Uruguay

Silvia - Perú

María Noelí Dos Santos - Brasil

Cristina Otero - Uruguay

jueves, 19 de marzo de 2009

Publicación

Regimenes jurídicos sobre trabajo doméstico remunerado en los estados del MERCOSUR.
Milena Pareira y Hugo Valiente





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lunes, 9 de marzo de 2009

Comunicado de prensa

Trabajadoras domésticas de los países del MERCOSUR presentan iniciativas al PARLASUR



Una Delegación de sindicatos y asociaciones de Trabajadoras Domésticas del MERCOSUR (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay) junto a la Articulación Feminista Marcosur, se hicieron presentes en el día de la fecha (3/11/08) en el edificio del Parlasur y fueron recibidas por la parlamentaria Mabel Müller, Presidenta de la Comisión de Trabajo y Políticas de Empleo.

En América latina, la regulación legal del trabajo doméstico consagra siempre estándares más desfavorables para el sector en relación al resto de los trabajadores, aún a pesar del peso estadístico que esta ocupación tiene en la región, ya que es el empleo uniforme que más mano de obra femenina ocupa, con una participación del 15,2% en la estructura del empleo no agrícola de mujeres, evidenciando una tendencia al crecimiento en el período 1990-2002, particularmente en el Cono Sur, y significativamente en Brasil y Paraguay donde el trabajo doméstico llega a ocupar a una de cada cinco mujeres.


El trabajo doméstico es la puerta de entrada de muchas mujeres al mercado de empleo en los tiempos de crisis. En la década del 90, el 70% de los nuevos empleos en América latina fueron generados por el sector informal, y de cada 100 nuevos empleos para las mujeres entre 1990 y 1998, 22 fueron en el servicio doméstico remunerado, el trabajo más precario al interior del sector informal.

La delegación le presentó a la parlamentaria un panorama sobre las realidades discriminatorias que padecen las trabajadoras domésticas en la región, y le formuló sus inquietudes para avanzar en el reconocimiento del trabajo doméstico como trabajo digno y en la promulgación de derechos para las trabajadoras.

Las organizaciones propusieron al Parlasur la consideración del tema y la promoción de legislaciones que protejan a un amplio sector de mujeres que se desempeñan como trabajadoras domésticas remuneradas en los países del Bloque.

- SINPECAF - Sindicato del Personal de Casas de Familia, Córdoba, Argentina
- FENATRAD - Federaçâo Nacional das Trabalhadoras Domésticas, Brasil
- CFEMEA - Centro Feminista de Estudos e Assessoría, Brasil
- ASD - Asociación de trabajadoras del servicio doméstico remunerado del Paraguay
- SUTD - Sindicato Único de Trabajadoras Domésticas, Uruguay
- AFM - Articulación Feminista Marcosur

Programa del Seminario :: Noviembre 2008

Fortalecimiento de los sindicatos de trabajadoras domésticas para la incidencia en el MERCOSUR
1, 2 y 3 de Noviembre 2008
Montevideo/ Uruguay


HOTEL CRYSTAL PALACE 18 de Julio 1210 (Tel: 9004645)


1 DE NOVIEMBRE
9.00hs. Presentación y Objetivos de la actividad – Articulación Feminista Marcosur
Bienvenida: Sindicato de Trabajadoras Domésticas de UruguayDepartamento de Género y Equidad PIT-CNT
9.45hs. Presentación de las participantes.
Breve descripción del contexto de cada país:
a) Proceso de organización
b) Presencia de la temática en la agenda pública
c) Principales ejes de demandas del sindicato
11.30hs. Regímenes jurídicos sobre trabajo doméstico remunerado en los países del MERCOSUR
14.30hs. Elementos para una agenda Común – Trabajo en Taller
18.00hs. Fin de la Jornada

2 DE NOVIEMBRE
9.30hs. Elementos para una campaña de comunicación: Lucy Garrido- Gustavo Cortabarría (Publicistas)Análisis del video de Mujeres MigrantesElementos para una campaña conjunta 15.00hs. Preparación de la presentación de las demandas en el Parlamento del Mercosur 16.00hs. Planificación de próximas actividadesFolleto con las demandas Cumbre Social del Mercosur/ Bahía 18.30hs. Fin de la Jornada

3 DE NOVIEMBRE
9.00hs. Presentación de Demandas en la Comisión de trabajo del Parlasur
11.00hs. Conferencia de Prensa (a confirmar) Regreso a los Países