Al menos 52 millones de personas en el mundo están empleadas como trabajadores domésticos, de acuerdo con el primer estudio de este tipo realizado por la Organización Internacional del Trabajo.
Estos trabajadores representan 7,5 por ciento del empleo asalariado de las mujeres en el mundo, y en algunas regiones un porcentaje mucho mayor, sobre todo en Asia y el Pacífico y América Latina y el Caribe.
Entre mediados de los años 1990 y 2010, hubo un incremento de más de 19 millones de trabajadores domésticos. Muchos migran a otros países en búsqueda de trabajo. Es probable que las cifras incluidas en el informe subestimen los números reales de los trabajadores domésticos, que en realidad podrían ser decenas de millones más.
Las cifras también excluyen a los niños trabajadores domésticos menores de 15 años que no están comprendidos en las encuestas utilizadas por el informe. En 2008, su número fue estimado por la OIT en 7,4 millones.
“A los trabajadores domésticos con frecuencia se les exige que trabajen más horas que los otros trabajadores, y en muchos países no disfrutan del mismo derec
ho al descanso semanal que otros trabajadores. Junto a la falta de derechos, la dependencia extrema de un empleador y la naturaleza aislada y desprotegida del trabajo doméstico pueden hacerlos vulnerables a la explotación y el abuso”, señaló Sandra Polaski, Subdirectora General de la OIT.
Implementar las normas internacionales
El informe, Trabajadores domésticos en el mundo, llega después de la adopción, en junio 2011, de un nuevo Convenio y Recomendación de la OIT sobre trabajo doméstico. Estas nuevas normas internacionales tienen el objetivo de garantizar condiciones de trabajo y remuneración decente para los trabajadores domésticos en todo el mundo.
Hasta el momento, el Convenio ha sido ratificado por tres países. Otros tres países han completado los procedimientos nacionales de ratificación y muchos otros los han iniciado.
Las conclusiones del informe servirán como punto de referencia que permitirá medir los progresos de la extensión de la protección legal.
Sólo diez por ciento de todos los trabajadores domésticos están cubiertos por la legislación del trabajo nacional en la misma medida que otros trabajadores.
Más de una cuarta parte están completamente excluidos de la legislación laboral nacional.
Más de la mitad de todos los trabajadores domésticos no tiene límites a su horario normal de trabajo en el marco de la ley nacional, y cerca de 45 por ciento no tiene derecho a períodos de descanso semanales. Poco más de la mitad de todos los trabajadores domésticos tiene derecho a un salario mínimo equivalente al de los otros trabajadores.
La falta de protección legal aumenta la vulnerabilidad de los trabajadores domésticos y hace que sea difícil para ellos buscar una solución. Como resultado, con frecuencia reciben salarios inferiores a los otros trabajadores en ocupaciones y horas de trabajo comparables.
La precaria situación legal de los trabajadores domésticos migrantes y su falta de conocimiento del idioma y de las leyes locales los hace especialmente vulnerables a las prácticas abusivas, como la violencia física y sexual, el abuso psicológico, la falta de pago de los salarios, la esclavitud por deudas y las condiciones de vida y de trabajo impropias.
Los trabajadores que residen en el hogar del empleador son especialmente vulnerables a la explotación, ya que con frecuencia el salario que reciben es fijo y no tiene en cuenta las horas trabajadas. En la práctica, esto significa que un trabajador domestico está disponible cuando quiera que se le necesite.
“Las grandes disparidades entre los salarios y las condiciones de trabajo de los trabajadores domésticos comparados con los otros trabajadores en el mismo país ponen de manifiesto la necesidad de acción a nivel nacional por parte de los gobiernos, los empleadores y los trabajadores a fin de mejorar las vidas laborales de estas personas vulnerables pero muy trabajadoras”, concluyó Polaski.
Convenio 189
Los trabajadores domésticos deben tener los mismos derechos fundamentales en el trabajo que los demás trabajadores. Estos derechos incluyen:
- horas de trabajo razonables,
- descanso semanal de al menos 24 horas consecutivas,
- un limite a los pagos en especie,
- información clara sobre los términos y condiciones del empleo,
- respeto de los principios y derechos fundamentales en el trabajo, incluyendo la libertad sindical y el derecho de negociación colectiva.
- 52,6 millones a nivel mundial
- 83 por ciento son mujeres
- 29,9 por ciento están excluidos de la legislación laboral nacional
- 45 por ciento no tiene derecho a períodos de descanso semanales/vacaciones anuales remunerados
- Más de la tercera parte de las trabajadoras domésticas no tiene derecho a la protección de la maternidad.
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