Feminización y cadenas de cuidado
¿Qué son las cadenas de cuidados globales? ¿Por qué siguen recayendo mayoritariamente en las mujeres de países del Sur y del Norte? ¿Cómo se relacionan con el género, el desarrollo y los procesos migratorios? ¿Qué desigualdades, conflictos o tensiones conllevan y qué oportunidades existen para las mujeres y los hombres?
Para reflexionar sobre estos temas, desde la asociación BidezBide se organizaron las jornadas “Mujeres: ¿eternas cuidadoras?” los días 11 y 12 de abril en San Sebastián, País Vasco. Fueron invitadas investigadoras feministas, profesionales y mujeres organizadas, tanto de la sociedad de destino como del Perú, así como mujeres inmigrantes y autóctonas que trabajan en cuidados y en el servicio doméstico.
La labor de BidezBide
Esta organización sin fines de lucro surge en la provincia vasca de Gipuzkoa, España. Apuesta por desarrollar un trabajo transnacional, transcultural y con perspectiva de género. Acompaña a mujeres y familias (hijos, hijas) inmigrantes que viven procesos migratorios transnacionales. Realiza sensibilización a la población autóctona sobre la realidad migratoria. Y, de igual manera, ejecuta proyectos de cooperación en países empobrecidos del Sur.
Los proyectos de educación para el desarrollo y de transformación social pretenden dar a conocer la realidad de las mujeres, fundamentalmente de aquellas que trabajan en el servicio doméstico y en cuidados en la sociedad de destino. Así mismo, sobre la realidad de las familias que se quedan en el país de origen, como el Perú.
Fue así que se produjeron dos materiales audiovisuales, utilizados como herramientas para la sensibilización. El documental “Compañeras de Viaje”, del director Oskar Tejedor, plasma la realidad de la maternidad transnacional de mujeres latinoamericanas que trabajan en cuidados de personas dependientes y en el servicio doméstico, las razones de la emigración y su nueva identidad que construyen en la sociedad de destino. Para complementar la realidad de lo que sucedía con las familias de estas mujeres en el país de origen, se realizó el reportaje fotográfico testimonial “Ángeles de la Guarda”, de la fotógrafa Rosa Villafuerte, que retrata a las familias cuidadoras de los hijos e hijas de peruanas que viven en España.
Mujeres que cuidan aquí y allá
Se constata que en un contexto globalizado las migraciones internacionales se han feminizado. Son miles de mujeres solas que inician el proyecto migratorio. En el país de origen se quedan sus hijos e hijas al cuidado de otras personas que generalmente son mujeres: abuelas, tías, hermanas. En la sociedad de destino, estas mujeres inmigrantes trabajan en el servicio doméstico y en cuidados de personas dependientes mayores y menores.
Esta realidad transnacional pone de relieve el hecho de que nuevamente este rol continúa siendo asumido exclusivamente por mujeres, tanto en países del Norte como del Sur. Así mismo, son las mujeres autóctonas las que negocian con las mujeres inmigrantes estas tareas de cuidados. Todo esto refleja una crisis de los cuidados, puesto que las políticas de conciliación de la vida familiar y laboral no son eficaces. Tampoco se ha dado el valor social a los cuidados, y los hombres, en tanto, no se han incorporado al espacio doméstico y reproductivo responsablemente.
Por lo tanto, las jornadas “Mujeres: ¿eternas cuidadoras?” tuvieron como hilo conductor las cadenas globales de cuidados. Este tema, que es fundamental abordarlo desde una perspectiva de género, teniendo como referencia la relación Norte-Sur y el contexto de globalización, pone de relieve las desigualdades existentes entre mujeres y hombres. Amerita la reflexión y sensibilización; elaborar propuestas e incidir políticamente, y contribuir a un desarrollo humano equitativo, construyendo alianzas locales y transnacionales con mujeres y hombres organizados y de la sociedad civil.
En esta perspectiva se enmarca el trabajo de la asociación BidezBide, que para el caso del Perú se desarrolla en coordinación con la Confederación Nacional de Mujeres Organizadas por la Vida y el Desarrollo (Conamovidi) y en alianza con entidades como Forum Solidaridad Perú.
Las jornadas y sus aportes
Dada la importancia del tema central de las jornadas y del trabajo que se viene desarrollando desde BidezBide, se consideró importante tener en cuenta las aportaciones teóricas entorno a los cuidados globales y su relación con las experiencias prácticas, desde una perspectiva de género y feminista y enmarcándolo en un contexto de relación entre países del Norte y del Sur. Ambas miradas se retroalimentan, indicándonos las directrices a seguir y las líneas de trabajo a desarrollar. En ese sentido, las ponencias ofrecieron un abanico de perspectivas teóricas y prácticas desde la antropología feminista, la sociología, la psicología, la economía, el derecho y la comunicación.
Marcela Lagarde y Dolores Juliano aportaron una visión antropológica feminista, cuestionando el papel de la sociedades patriarcales que refuerzan los roles tradicionales para mujeres y hombres que se reproducen generacionalmente. Nos invitan a reflexionar sobre la importancia de los cuidados para la supervivencia personal y colectiva.
Lagarde destacó que las ponencias presentadas en estas jornadas contribuyeron de manera personal a los balances constantes y al trazo de las perspectivas de la antropología feminista en América Latina y España que hacen individual y colectivamente quienes piensan y analizan el mundo. Esto les permite proponer alternativas desde esta perspectiva filosófica, científica, académica y política.
A su turno, Juliano afirmó: “El mundo podría vivir bastante bien sin sus guerreros, sus políticos e incluso sus comerciantes y financieros, pero de lo que no puede pasar es de las tareas de cuidado. Todas las personas hemos sobrevivido porque alguien nos cuidó de pequeñas, y muchas de nosotras hemos necesitado cuidados adicionales en épocas de enfermedad o cuando la vejez nos priva de nuestra autonomía. Podríamos decir que las tareas de cuidado son esenciales para la supervivencia personal y social. Estas tareas incluyen además apoyos afectivos, mantenimiento de la habitabilidad de los hogares, preparación de alimentos, producción o conservación de las prendas de vestir, todo lo que hace que la vida sea vivible”.
Con la finalidad de compartir sinergias, las compañeras del Perú hicieron aportes importantes. Desde esa perspectiva, se constata que los cambios solo son posibles cuando se trabaja en red. Vivimos en un mundo en contante cambio y globalizado, tenemos que trabajar conjuntamente el Norte y el Sur; nuestras realidades no son tan dispares como creíamos, tenemos muchas más cosas en común y es nuestro deber generar diferentes herramientas para sensibilizar, reivindicar, incidir de forma activa en todo lo que nos afecta individual y socialmente para construir una sociedad justa.
En ese sentido, Luzmila de la Cruz, dirigenta de Conamovidi, comentó: “Nos tenemos que empoderar y hacer partícipe a todas las mujeres, para que juntas podamos promover la defensa de nuestros derechos, siendo estos: el derecho a la alimentación, la salud, la educación, el trabajo y, sobre todo, el derecho a ejercer nuestra ciudadanía individual y colectiva”.
Por su parte, Miriam Torres, coordinadora del Proyecto Perú Migrante y representante de Forum Solidaridad Perú, resaltó que dicha institución apuesta por el fortalecimiento de los actores sociales para la transformación social y política hacia la equidad, motivo por el cual trabajan en redes. “Así podemos juntos tener más fuerza para incidir políticamente, para un desarrollo que tome en cuenta interculturalidad, género, discriminación hacia la mujer”.
En tanto, Rosa Villafuerte enfatizó que en el reportaje “Ángeles de la Guarda” la mayoría son mujeres que ejercen los cuidados: abuelas, tías, madres, comadres. “Cada fotografía tiene una historia, un hilo conductor: los cuidados. Es impresionante que incluso considerando que la mayoría de las mujeres que participaron del reportaje son líderes, tienen un conocimiento, manejan una información elaborada en comparación con la mayoría de la población. Sin embargo, están cuidando de los hijos, nietos, de sus propios familiares sin haber participado o trabajado en sus procesos migratorios, arrastrando inconscientemente un volumen de responsabilidad de los cuidados de menores que pueden sobrepasarles”.
Así mismo, los participantes ofrecieron diferentes puntos de vista desde una perspectiva local y prácticas concretas. Importante es el trabajo que realiza Mikel Otoxotorena, sociólogo y cofundador de la Asociación On:Giz, y su cuestionamiento al rol que cumplen los hombres. “Tenemos que hacer parte de ese proceso, nos tenemos que adaptar a los nuevos tiempos, ejercer de diferente manera nuestra masculinidad”, subrayó.
Tampoco se puede dejar de mencionar las reflexiones y aportes de Sandra Ezquerra, profesora de Sociología de la Universidad de Vic y activista feminista, sobre el valor del trabajo doméstico y el tipo de vida que merece ser vivida, en un contexto globalizado y de crisis. “¿Qué valor damos a vida? Económicamente no cuantificamos como actividad el trabajo doméstico y de cuidados, las políticas son inexistentes”, refirió. Mientras que Dominique Sayllard, integrante de la entidad OrekaSarea, comentó, a partir de los trabajos de investigación realizados con personas dedicadas a las labores de cuidado, que en el hemisferio norte tales tareas son ejercidas mayoritariamente por mujeres migrantes.
Definitivamente los procesos migratorios afectan la vida de las personas que emigran y de las que se quedan en el país de origen. Estíbaliz Pereda, responsable de Norabide – Centro Municipal de Acogida a la inmigración de Vitoria, sostuvo que las consecuencias psicológicas y la calidad de vida de esas mujeres se ven constantemente afectadas, por toda la carga emocional que traen desde que empiezan sus procesos migratorios.
Por último, las delegadas de la Asociación de Trabajadoras del Hogar de Bizkaia reivindicaron un trabajo digno para las mujeres. “Tenemos que desmitificar el trabajo del hogar: es un trabajo como otro cualquiera. No podemos reforzar los vínculos emocionales, tenemos que ayudar a esas mujeres a entender que tenemos deberes y obligaciones”, acotó Isabel Otxoa, asesora legal e integrante de la referida organización.
Podemos concluir que esta experiencia nos permitió acercarnos a un tema sobre el que, con toda certeza, todavía hay mucho qué aportar, investigar, crear sinergias entre el Sur y el Norte, incidir colectivamente, acompañar procesos individuales y colectivos, seguir trabajando por una vida para mujeres y hombres en igualdad de condiciones, oportunidades, derechos y obligaciones.
Soraya Ronquillo Peña, presidenta de BidezBide.
Katia Reimberg, colaboradora de BidezBide.
Katia Reimberg, colaboradora de BidezBide.
Publicado: Viernes 17 de mayo de 2013 - No. 114 - Año 2013