martes, 6 de octubre de 2009

25.08.09 Articulación de las trabajadoras domésticas brasileñas y referencia para otros países

Con Agência Brasil y Rádio ONU Brasília (Brasil) - Los 72 años de movilización de las empleadas domésticas brasileñas en busca de mejores condiciones de trabajo y en la búsqueda constante por el reconocimiento legal de dicha categoría, posicionaron a Brasil como una de las referencias para las trabajadoras de países de América del Sur y Centroamérica. Esto quedó demostrado en el encuentro realizado a fines de agosto, organizado por Fenatrad, UNIFEM Brasil y Cono Sur (Fondo de Desarrollo de las Naciones Unidas para la Mujer) y OIT (Organización Internacional del Trabajo), con apoyo de la SPM (Secretaría Especial de Políticas para las Mujeres) y Seppir (Secretaría Especial de Políticas de Promoción de la Igualdad Racial). Esto saldra en la pagina al pulsar leer mas

La guatemalteca María Olimpia López dijo que en su país no hay ninguna legislación que garantice los derechos para dicha categoría de trabajadoras ni que reglamente la profesión. Las trabajadoras domésticas, según ella, no tienen derecho al descanso semanal remunerado, por ejemplo, y es un ámbito en el que tanto la explotación sexual como el trabajo infantil son muy frecuentes.

María Olimpia resaltó, no obstante, que el acuerdo logrado entre la categoría y el presidente no fue publicado en el Diario Oficial. “Qué garantía tenemos de que el próximo gobierno va a continuar cumpliendo con nuestros logros?”, destacó la trabajadora.

La movilización de las empleadas domésticas de Guatemala, que se extendió por 20 años, resultó en la creación de la Asociación para los Derechos de las Trabajadoras de Casa Particular, Madre Soltera y Mujer Rural. Niñas de 14 a 17 años, en su mayoría indígenas, trabajan en residencias particulares y son las víctimas más frecuentes de abusos sexuales. “Eso generalmente ocurre cuando las niñas duermen en la casa de sus patrones. Cuando los familiares salen para trabajar y ellos se quedan solos ocurre el abuso”, dijo María Olimpia López.


En Paraguay, esta situación no varía mucho. Hace un año que las paraguayas comenzaron a organizarse profesionalmente y una de las mayores dificultades es la falta de un contrato formal, dijo la empleada doméstica Bernardina Gaete, representante de los países en el encuentro realizado en Brasilia.

Igualmente, las empleadas domésticas de Paraguay tienen por ejemplo un seguro de descanso, una especie de ayuda maternidad de dos meses y un seguro de salud obligatorio. La ley también les garantiza vacaciones cuyo plazo, según la trabajadora, depende del tiempo de trabajo.

Por otro lado, las paraguayas no tienen la jubilación asegurada. “Si la trabajadora doméstica de edad no tiene seguro social, no tendrá jubilación. Conozco una señora de 75 años que trabajó como empleada doméstica y quedó desempleada, y actualmente se gana la vida vendiendo dulces caseros”, comentó Bernardina Gaete.

Ana Carolina Querino, gerente del programa de Género, Raza y Etnia de UNIFEM Brasil y Cono Sur, destacó la importancia de formar una convención: “Si las trabajadoras domésticas efectivamente consiguen tener éxito en la Conferencia Internacional del Trabajo, y como resultado surge una convención, esto les obligará a los países signatarios a reformular sus leyes y a concederles a las trabajadoras domésticas los mismos derechos que tienen las otras categorías de trabajadores”, afirmó.

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